sábado, 29 de agosto de 2009

La Gestión de Redes Institucionales y la Planeación Territorial

Dr. Francisco Morales Zepeda

La condición endógena de las redes institucionales reclama del territorio vocación para que se establezcan en él las instituciones que permitan una “coordinación” institucional en el manejo de la información y el conocimiento en un espacio geográfico especifico.

Cuando hablamos de planificar el desarrollo, nos enfrentamos inmediatamente a un discurso ideológico que ha partido de la visión empresarial en el marco del discurso empresarial que ha dominado los debates en las ciencias sociales desde la segunda mitad del siglo XX y lo que va del XXI, enfrentamiento que no ha permitido llegar al entendimiento en los primeros años del siglo XXI.

En los planteamientos clásicos, marxistas-leninistas y keynesianos en materia económica es poco estudiado el papel que el territorio juega en el desarrollo económico, así como las limitaciones que éste impone al capital. En todo caso estos planteamientos teóricos establecen la importancia del espacio geográfico en función de la escasez de los recursos naturales para su explotación por los sistemas productivos.
Los geógrafos y los arquitectos ha impulsado el concepto de planeación territorial desde mediado del siglo XX, una definición de este concepto elaborada en 1970 por el arquitecto Rolando I Rioja lo define como:

“El planeamiento, tomado con sentido territorial, es el ordenamiento del desarrollo de los diversos hechos urbanos, regionales o nacionales según sea su escala de aplicación, en el espacio, con previsión de resultados en el tiempo. Planificación es una actividad gracias a la cual el hombre que vive en sociedad se esfuerza por dominarse y modelar debidamente su futuro colectivo por medio del poder de la razón. Estos son los únicos que se postulan en torno a al planeamiento o a la planificación, pero pueden orientarnos en relación a dos campos de actividad: más en lo territorial uno, más en lo social otro, pero que son totalmente complementarios”
Es quizás en el territorio europeo en el que la planificación territorial se ha desarrollado con mayor profundidad, desde la aplicación del plan de reconstrucción “Plan Marshall” tras la II Guerra Mundial, los países Europeos han tenido que definir los nuevos patrones de acumulación de capital en el territorio, que en un principio consistieron en el desplazamiento de una base energética en el carbón hacia los hidrocarburos, y a partir de la desindustrialización de los años 80’s una tendencia a la tercerización de las economías.
La planificación para el desarrollo regional en la Unión Europea, con la conformación de la Euroregión se ha basado en la corrección de los desequilibrios, para ello se han desarrollado desde 1972 un conjunto de políticas cuyos antecedentes de deben buscar en los acuerdos que precedieron a la Segunda Guerra Mundial. En el año de 1947 casi todos los países de Europa Occidental unen esfuerzos para crear un comité de coordinación europea, que en 1948 constituye la Organización Europea de Coordinación Económica OECE, que aparece conjuntamente con el Plan Marshall (Plan diseñado para la reconstrucción de Europa). En este marco se desarrolla entre el 7 y el 10 Mayo el Congreso de la Haya. De éste congreso salió el impulso decisivo para la creación del Consejo de Europa, cuyo estatuto fue firmado en Londres el 5 de mayo de 1949.

De una manera resumida diremos que de 1949 a 1992 se firmaron dos acuerdos más que dieron cuerpo a la Unión Europea. Éste último es El Acta Única, que sienta las bases de la cooperación entre los estados europeos y las regiones que la conforman; en este acuerdo se establece:
1) En el terreno institucional, consagra la existencia del Consejo Europeo, es decir, la reunión periódica de Jefes de Estado y de Gobierno, como el organismo donde tienen lugar las grandes negociaciones políticas entre los estados miembros y se toman las grandes decisiones estratégicas. El Parlamento Europeo vio también ligeramente reforzados sus poderes.
La principal medida quedaba recogida en el siguiente artículo: "la comunidad adoptará medidas encaminadas al progresivo establecimiento del mercado único durante un período que concluirá el 31 de Diciembre de 1992... –lo que significará- un área sin fronteras en el que el libre movimiento de bienes, personas, servicios y capital esté asegurado". Esta ambiciosa aspiración, concretada en 282 medidas concretas, fue ampliamente alcanzada en el plazo previsto. El mercado común se hacía una completa realidad.
2) Se arbitraron medidas para coordinar la política monetaria de los estados miembros, preparándose el camino hacia el objetivo de la Unión económica y monetaria.
3) Por último, el Acta Única aprobó diversas iniciativas para promover una integración en el terreno de los derechos sociales (salud y seguridad de los trabajadores), la investigación y tecnología, y el medio ambiente.
Para conseguir el objetivo de una mayor cohesión económica y social entre los diversos países y regiones de la Comunidad se acordó la reforma y el apoyo financiero a los denominados Fondos estructurales (Fondo Europeo de Orientación y Garantía Agrícolas (FEOGA), Fondo Social Europeo (FSE) y del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), ya creado en el Tratado de Roma.

La política de cohesión territorial llevada adelante por la Unión Europea desde su fundación se ha basado en una estrategia territorial, la cual consiste en un conjunto de medidas que permiten la transferencia de fondos comunes de las regiones con mayor ingreso percapital a las de menor ingreso.

A pesar de haber transcurrido más de un siglo desde los primeros intentos por establecer periodos históricos en el análisis del desarrollo económico de los pueblos en la historia económica del capitalismo- por lo menos desde el análisis del capital por parte de Carlos Marx –, los modelos socioeconómicos en los que ha sido caracterizado del capitalismo desde el estatismo al neoliberalismo, no han podido incorporar una propuesta que reconozca al territorio y al espacio geográfico en la planificación neoeconómica, aspecto que es aún tarea pendiente con mayor énfasis en los países subdesarrollados.

Hoy se reconoce que en el desarrollo de los pueblos la naturaleza y el territorio son factores “límite” en los que se desenvuelven los aspectos socioculturales y económicos que influyen en la toma de decisiones para la inversión que enajena o catapulta la generación de riqueza y su distribución en las sociedades, aspectos, ambos, que determinan en gran medida el bienestar o la desgracia de dichos pueblos.
El modelo de Planificación Territorial, se aplica principalmente a un nivel municipal o comarcal, definiendo cada uno de los espacios en los cuales habrá de presentarse las actuaciones (desarrollo de proyectos) de la industria y los servicios; basándose en un control restricto del uso del suelo.
Consideramos, pues, que la interacción que se establece en cada actividad productiva (con su propio escenario de desarrollo) que involucra a dependencias gubernamentales, centros de investigación y productores, son la base en la que evolucionan las Redes Institucionales. Concepto éste que incorpora parte de las condiciones endógenas en las que se establece la vinculación entre los distintos factores que intervienen en el desarrollo regional.

El desarrollo de las innovaciones en el mundo se encuentra concentrado geográficamente en los países desarrollados; su transferencia a los países subdesarrollados se establece a través de un intrincado conjunto de relaciones comerciales en las que las relaciones de explotación de patentes y formación del personal científico-técnico, es cada vez mayor: determinada por la demanda de los sectores productivos en cada región.

Las redes institucionales, ha sido retomado por distintas comunidades de investigadores en el mundo en el transcurso de estos años (por lo menos en los primeros cinco del siglo XXI), el concepto ha formado parte de las preocupaciones del Departamento de Ciencias Sociales de la Roskilde University en Dinamarca, a través del seminario Network Instituciona Theory que contiene un conjunto de aportaciones, entre las que hay que destacar las de Klaus Nielsen, Bruno Théret, Grahame Thompson, a partir de las cuales nos ha sido posible acercarnos con mayor facilidad a un concepto, que hasta 2006, considerábamos que construíamos desde nuestros propios referentes.

El concepto de “Red Institucional” nos permite establecer un campo de conocimiento en el que el planteamiento metodológico interparadigmático (Morales, 2007), se ve integrado por las aportaciones desde la economía institucional de North Douglass (1993): según su definición de las instituciones como el entorno de negociación y decisión de los intereses sociales; así mismo, establecer que las condiciones psicológicas en las que se establece la complejidad de las redes institucionales, cuentan con una base sociocultural e histórica que le permiten establecerse cabalmente en la Ley de la Doble Formación de la que se derivan los conceptos de “zona de desarrollo real” y “zona de desarrollo próximo” de Lev S. Vygotsky (2000), con los que interactúan los individuos en un contexto sistémico, en cuyos límites (Luhmann, 2002) se establecen, por la incorporación de nuevas tecnologías a los procesos productivos, aspectos que nos indican el desarrollo en que se encuentran los procesos tecno-científicos (Santos, 2000) y el contexto económico regional (Krugman, 1999).

Es importante considerar las diferencias en las pautas por las que el territorio orienta los procesos de conformación de redes sociales y redes institucionales (sistema legal, sistema tecnológico-científico, sistema educativo, normas y valores sociales y religiosas, entre otros), estas pautas son de carácter sociocultural, es decir, son procesos culturales que se constituyen en el andamio en el que se desenvuelven los procesos sociales, de lo que se deriva que toda actividad productiva que existen en un espacio geográfico es guiada por conceptos abstractos que hacen factible la realización de los mismos.

La organización del espacio económico en los países desarrollados -tanto urbano como rural- es producto de la desindustrialización que da paso a un territorio multicentrico en el que la traslación de las actividades productivas es cada vez más intensa. Este fenómeno ha sido abordado por distintos autores (Scott, 1993; Storper, 1989; Krugman 1999; Méndez, 1997), que reportan en sus trabajos que la aglomeración de los procesos productivos influye en el desarrollo regional, por lo que aquellos territorios que cuenten con un mayor número de sinergias (infraestructura urbana, fortaleza institucional, alta cultura, tradición, sistemas financieros consolidados, entre otros aspectos) podrán acceder a la movilidad de capitales.
La consolidación de los procesos productivos parte de entornos socioculturales en los que las “reglas del juego” son claras, y ello es únicamente posible a partir de la consolidación de las instituciones. Basándonos en la definición de institución de North Duglass (1990) consideramos a éstas como reguladores de los actores económicos que influyen en los costos de transacción y producción; determinan pues, las externalidades positivas o negativas en las transacciones comerciales.

“Las instituciones son las reglas del juego en una sociedad o, más formalmente, son las limitaciones ideadas por el hombre que dan forma a la interacción humana. Por consiguiente, estructuran incentivos en el intercambio humano, sea político, social o económico. El cambio institucional conforma el modo en que las sociedades evolucionan a lo largo del tiempo, por lo cual es la clave para entender el cambio histórico”. (Douglass, 1990)

Las instituciones para Douglass tiene un referente en las sociedades en que evolucionan o son creadas, pudiendo ser formales o informales, en cualquiera de los dos casos las instituciones influyen en la estructura económica a partir de colocar limites a la conducta humana, prohibiendo su actividad o estableciendo las forma en las cuales debe realizar una actividad.

Douglass hace una distinción clara entre Organismos e Instituciones, a los primeros los coloca haciendo una analogía con el juego como encargados de “modelar las estrategias y las aptitudes del equipo” (Douglass, 1990), es decir, la organización se crea y surge en momentos coyunturales o de oportunidad en un sector.

“En los organismos se ubica a los cuerpos políticos (Partidos políticos, el Senado, el Cabildo, una agencia reguladora), cuerpos económicos (empresas, sindicatos, ranchos familiares, cooperativas), cuerpos sociales (iglesias, clubes, asociaciones deportivas), cuerpos educativos (escuelas, universidades, centros vocacionales de capacitación). Son grupos de individuos enlazados por alguna identidad común hacia ciertos objetivos”. (Douglass, 1990)

A las instituciones Douglass las coloca como espacios para modelar la creación, la evolución y las consecuencias de las reglas, de ahí que éstas se encargan de definir qué organismos cobran vida y en qué marco de normas evolucionan. La interacción entre los organismos y las instituciones se da a partir de que los primeros son agentes del cambio institucional, a partir de que éstos se crean con un propósito deliberado como consecuencia de la oportunidad. Por lo que la teoría económica de las instituciones de Douglass se enfoca al referente de las decisiones humanas y por tanto en la conducta, enfatizando en el hecho de que dichas instituciones se ven influidas por la tecnología empleada por el individuo en la producción, con consecuencias en los costos de transacción. El Cambio Institucional se expresa en la permanente evolución de las instituciones, lo que a su vez define la modificación de los códigos de conducta y normas de comportamiento a través de leyes estatutarias, derecho escrito y contratos entre individuos.

“El cambio institucional es un proceso complicado porque los cambios habidos al margen pueden ser consecuencia de los cambios en cuanto a normas, limitaciones informales y diversas clases de efectividad y observancia coercitiva, además generalmente las instituciones cambian de un modo incremental y no de un modo discontinuo. Cómo y por qué cambian incrementalmente y por qué razón inclusive los cambios discontinuos (tales como revolución y conquista) no son nunca totalmente discontinuos son un resultado del encajonamiento de limitaciones informales en la sociedad”. (Douglass, 1990)

Son estas limitaciones informales las que se expresan en las formas socioculturales de organización de la sociedad, en donde las costumbres y los hábitos definen las formas en las cuales una cultura aborda y genera estrategias para modificar la naturaleza a través del trabajo y las herramientas con las cuales aborda esta labor.

“Aunque las normas formales pueden cambiar de la noche a la mañana como resultado de decisiones políticas o judiciales, las limitaciones informales encajadas en costumbres, tradiciones y códigos de conducta son mucho más resistentes o impenetrables a las políticas deliberadas. Estas limitaciones culturales no conectan el pasado con el presente y el futuro, sino que nos proporcionan una clave para explicar la senda del cambio histórico”. (Douglass, 1990)
Se considera a las Redes Institucionales como el conjunto de interacciones y vínculos de carácter legal (convenios y contratos) que obligan a instituciones de una misma sociedad a establecer oficinas, departamentos o centros de investigación para la toma de decisiones.

Las Redes Institucionales se caracterizan por:

1. Desarrollarse en sociedades en las que el tamaño de la economía (flujos de capital y de transacciones comerciales) hace necesario un mayor control en la generación, distribución y aplicación de los bienes de capital y de consumo, para asegurar el prestigio de las mercancías en los mercados.
2. Contar con un entorno científico-tecnológico que le permita sostener una red física para los procesos de comunicación entre los miembros.
3. Orientarse por las pautas que la tecnología establece a la gestión y comercialización de nuevos productos en el mercado, tanto en la producción como en la distribución y la comercialización.
4. Estar soportadas en una cultura de la legalidad, en la que la sociedad tiene regida su conducta, basada no sólo en el prestigio o los valores, sino también en la exclusión social.
5. Establecerse a partir de tres o más instituciones reconocidas en el marco de las leyes de una sociedad, las cuales tienen la capacidad de modificar conductas y pautas de decisión en la sociedad en la que se constituyen. De ahí que una red institucional deber contar con un mandato legal que guíe su actuar en la sociedad.

Las relaciones humanas se encuentran mediadas por las instituciones, que a su vez se soportan en cánones que han sido elaborados a lo largo de miles de años por la humanidad (desarrollo filogenético), los cuales, son compartidos por los miembros de una sociedad a partir de un mecanismo de herencia social (educación) que busca orientar la vida de los individuos en cada sociedad (desarrollo ontogenético), este conjunto de saberes son la cultura. El desarrollo y crecimiento de las instituciones en cada sociedad cuenta con su propia historia, sus pautas de crecimiento pueden llegar imitarse, pero su desarrollo no. Toda vez que éste último se soporta en el conocimiento socialmente compartido, no se puede simular, requiere que la sociedad participe en su constitución.

Referencias:
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Baudillar. Jean (1983) Crítica de la Economía Política del Signo, Siglo XXI, México.
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Boisier, Sergio (2003). “Y si el desarrollo fuese una emergencia sistémica?”, Revista Reforma y Democracia, CLAD, nº 27, octubre, pp. 33-74.
Boisier, Sergio (1999). Teorías y metáforas sobre desarrollo territorial, CEPAL, Naciones Unidas, Santiago de Chile.
Krugman, Paul R. (1999). Desarrollo, geografia y teoría económica. Antoni Bosch.
Luhmann, Niklas (1991). Sistemas sociales. Lineamientos para una teoría general. Tr. de Javier Torres Nafarrete, Alianza, México.
MÉNDEZ, Ricardo (1997) Geografía Económica, Ariel, España
MÉNDEZ, Ricardo, Et. Al, Redes socio-instucionales e innovación para el desarrollo de las ciudades intermedias, Revista: CIUDAD Y TERRITORIO Estudios Territoriales, XXXVIII (148) 2006, España
Morales, Zepeda Francisco (2007) El Impacto de la Biotecnología en la Formación de Redes Institucionales en el Sector Hortofrutícola de Sinaloa, México, Universidad de Barcelona, Barcelona, España.

lunes, 10 de agosto de 2009

De las Redes Institucionales a la Gestión de Redes Institucionales


Dr.Francisco Morales Zepeda


Redes Institucionales

El concepto de Red Institucional (Morales,2007), se deriva de los estudios de redes sociales (Hanneman, 2000, Molina, 2001, 2007; Vélez, 2008) que se centran en los estudios de redes personales y egocéntricas, las primeras producto de la interacción entre seres humanos independientemente del territorio en el que se desarrollan; mientras que en las segundas el territorio juega un papel importante en su organización y morfología.

Las redes sociales (personales y de capital social, o egocéntricas), son el contexto social ordinario en el que se desarrollan las relaciones humanas, están sustentadas en la cultura de los pueblos, su amplitud y niveles de interacción depende de las condiciones materiales en las que se desarrollan dichas redes.

“La corriente de redes sociales como abordaje metodológico permite la confluencia de otro sector importante de la teoría que propone describir y graficar las relaciones sociales que construyen o impiden el surgimiento de una economía basada en el conocimiento. Las principales preocupaciones de esta corriente han sido las relaciones ínterorganizacionales, las redes de políticas públicas (policy networks Rhodes y Marsh 1995, entre otros), redes de innovación (knowledge or innovation networks, Casas 2001), Actor-Network Theory (Law:1999) y las redes que se configuran a partir del capital social (Burt 2000, Lazega:2004). Estas estructuras fotografiadas a partir de la graficación de las relaciones, permiten describir trayectorias de los actores, sus interacciones en términos de intercambio de recursos entre las organizaciones, y los lazos interpersonales de afecto y confianza entre los sujetos o relaciones de poder en las que se involucran sujetos y objetos (Actor-Network Theory).” (Vélez Cuartas, Gabriel, 2008)

En nuestro caso, el concepto de redes institucionales define no sólo el proceso de evolución de la complejidad histórica de la sociedad, sino también, la consolidación del tejido social en el que se trastoca y transforma permanentemente a la sociedad, a partir de la morfología especifica de la interacción interinstitucional.

Dentro de las condiciones que definen a las redes institucionales, se encuentra como aspecto principal, que el desarrollo de las redes institucionales no pueden trasladarse denominativamente de un espacio geográfico a otro, de ahí que sea necesario establecer condiciones mínimas para propiciar el desarrollo de las mismas.

Las redes institucionales son una consecuencia directa del desarrollo del capitalismo, por lo que no es posible encontrar dichas estructuras (morfologías) institucionales en los entornos sociales subdesarrollados, al no existir en dicha sociedades la capacidad de formar “nodos” para la incorporación de un entramado reticular.

Otra de las características de las redes institucionales es que se desarrollan dentro de un contexto social específico, inmersas en una cultural que las reclama como forma de organización, es decir, no podemos hablar denominativamente de redes institucionales en sociedades que no cuentan con un intercambio elevado de relaciones (políticas, económicas y socioculturales).

Al ser las redes institucionales una forma de dimensionar el desarrollo de una sociedad, su condición endógena nos permite establecer la necesidad de una autorresponsabilidad del desarrollo de la sociedad, por lo que no podemos mantener una actitud pasiva ante la ineficacia en la gestión del desarrollo socioeconómico por parte de quienes administran las políticas públicas de un país.

Es importante enfatizar que la interacción que se establece en cada actividad productiva, en su propio escenario de desarrollo, involucra necesariamente a un conjunto de dependencias gubernamentales, centros de investigación y productores, cuya interacción son la base en la que evolucionan las redes institucionales, concepto que permite estudiar las condiciones endógenas en las que se genera la vinculación entre los distintos factores que intervienen en el desarrollo regional: territorio, cultura, trabajo, capital, entre otros.

Dentro de los aspectos centrales en las redes institucionales es la generación de capital social (Bourdieu, 1979), concepto a través del cual se puede comprender las relaciones que se presentan en el territorio para el desarrollo de los espacios productivos. Las redes institucionales, son un concepto evaluador de los procesos de desarrollo del tejido social en su relación con su desarrollo político, económico y sociocultural, aspectos que son indivisibles de las condiciones de evolución del espacio geográfico.

En el momento en que una sociedad reclama mayores flujos de información (conocimiento), es imperativo estructurar redes institucionales, con la interacción entre instituciones, cuya condición principal es soportar la herencia cultural de la sociedad en la que se conforman. Las redes institucionales representan al tejido social en su condición de metaconciencia, en cuyo marco de referencia interactúan una amplia gama de redes sociales, cuya normalización está dada por las normas establecidas en las instituciones.

El incremento en la interacción económica en los procesos productivos, reclaman que se presenten transformaciones en la organización de las instituciones encargadas de gestionar la incorporación y el uso, no sólo de nuevas tecnologías en el territorio, también pautas de organización del espacio geográfico.

La condición germinal en las que se establece el desarrollo de las Redes Institucionales están presentes en las sociedades humanas -aún en su formas más incipientes-, desde el surgimiento de las primeras aldeas, no como un elemento al que inevitablemente habría de llegar toda sociedad, pero sí, como una trayectoria en la complejidad histórica al que las posibilidades de la evolución social coloca en el camino de la humanidad.

La evolución de las redes institucionales en la historia de las sociedades, está relacionada con los procesos culturales de las mismas, es decir, con los procesos inter e intrapsicológicos (L. S. Vygotsky, 2003) que permiten al ser humano apropiarse de los significados que le da la cultura a la cual pertenecen, y de ahí, también su complejidad histórica.

Con la intención de esquematizar la evolución de las redes institucionales, es factible considerar que éstas requieren de un basamento social en el que se presentan saltos cualitativos o “revolucionarios” que dan origen a una nueva etapa de desarrollo próximo. Los “saltos” son concéntricos en cada una de las fases del desarrollo de la sociedad.

Es posible entonces imaginar las distintas fases en las que se soporta el crecimiento de las redes institucionales como un todo histórico, en el que cada una de las fases precedentes habrá de definir la composición, cobertura y solidez de las que le continúan.

La organización del espacio geográfico, en el capitalismo en su etapa de economía abierta (economía de mercado) se presenta en una desintegración vertical y horizontal de la línea de producción de los procesos productivos, lo que trae como consecuencia un entorno de competencia en la subcontratación de los servicios.

Por definición las redes institucionales consideramos a un intricado conjunto de interacciones entre instituciones que se concreta en la coordinación de cada una de ellas para soportar el desarrollo económico y sociocultural en una escala regional.

La producción requiere cada vez más de mecanismos organizacionales que le permitan al productor gestionar la Ciencia y la Tecnología en función de escenarios prospectivos que tomen en cuenta las tendencias de desarrollo y técnicas de producción del sector agrícola, de ahí que el desarrollo de redes institucionales en las que la vinculación entre Centros de I+D (Investigación y Desarrollo), Universidad, agroindustria y gobierno se considera fundamental para la incorporación y desarrollo de la nuevas tecnologías, enfatizando en un mayor valor agregado para los productos que se comercializan en el mercado mundial. ¿Cómo se forman estas redes? ¿Por qué surgen en un ámbito territorial y en otro no?

En este contexto, se considera que las instituciones no deben ser tomadas como factores “dados”, sino que evolucionan juntamente con otros fenómenos sociales y económicos complejos, por lo que es fundamental situar los agentes, sus identidades, estrategias o tácticas en un contexto estratégico-relacional más amplio (Jessop, 2001). Este punto de partida explica el creciente interés de la Geografía Económica por las formas en que las interacciones sociales entre agentes han conformado el desempeño económico,planteamiento que se define como "vuelco relacional" (Boggs y Rantisi, 2003; Bathelt y Glücker, 2003). (Salom y Albertos, 2000)

Como hemos expresado en los párrafos anteriores, las redes institucionales no pueden ser trasladadas de un entorno geográfico a otro, su condición endógena es una condición sin ecuanon para que el tejido industrial “despegue” en un territorio, representan el desarrollo sociocultural de una sociedad, de ahí que no sea posible simular la presencia de redes institucionales.

Gestión de Redes Institucionales

En los entornos sociales en los que las redes institucionales son débiles se encuentra una relación directa con el bajo desarrollo científico y tecnológico y a su vez, presentan una baja productividad industrial, con un producto interno bruto que en gran medida dependen del sector de los servicios, seguido del sector primario, aspecto que claramente nos indica la relación que existe entre desarrollo y transformación de las materias primas.

Es importante distinguir el concepto de red institucional de la llamada relación “triple hélice” (universidades, empresas y gobierno), las redes institucionales son órganos desarrollados en la interacción entre estructuras sociales heredadas históricamente por la sociedad a la que pertenecen y es difícil trasladarlas, mientras que los enlaces triple hélice (Etzkowitz y Leydesdorff, 1997) corresponden a formas de gestión del conocimiento, son formas de administración cuyo objetivo es organizar el desarrollo de estructuras de interacción entre los cuerpos científicos y las empresas para propiciar condiciones que favorezcan el desarrollo económico.

El concepto de Red Institucional nos permite adentrarnos en el desarrollo de un campo de conocimiento en el que el planteamiento metodológico interparadigmático, es decir, de interacción entre paradigmas de distintas disciplinas, se estructura a partir de las aportaciones de la economía institucional y el neoinstitucionalismo (Douglass, 1993; Rothstein, 1996); que considera a las instituciones como el entorno de negociación y decisión de los intereses sociales; así mismo, establece las condiciones psicológicas en las que se soporta la complejidad histórica de las redes institucionales, que cuentan con una base sociocultural e histórica que les permiten ser explicadas cabalmente desde la Ley de la Doble Formación de la teoría Sociocultural de Lev S. Vygotsky (2000), de la cual se derivan los conceptos de “zona de desarrollo real” y “zona de desarrollo próximo” con los que interactúan los individuos en un contexto sistémico, aspecto que nos permite retomar el concepto de límite de la teoría General de Sistemas de Niklas Luhmann (2002); que se relaciona así mismo con el proceso de incorporación de nuevas tecnologías a los procesos productivos, aspectos que es retomado por las explicaciones de los procesos tecno-científicos de Milton Santos (2000) y el contexto económico regional de Paul Krugman (1999).

La posibilidad de que se presente una vinculación amplia entre las instituciones en el espacio geográfico está relacionada con la consolidación de una identidad productiva, es decir, con actores sociales (individuos y organizaciones) que pugnen por una estructura social en la que la normalización de las pautas de conducta estén mediadas por aspectos de índole legal e institucional.

North Douglass (1993) en su libro “Instituciones, cambio institucional y desempeño económico” otorga a la cultura el papel de definir las condiciones informales en las cuales encaramos y resolvemos los problemas, es decir, son las condiciones sociales en las que se toman decisiones.
“La consecuencia a largo plazo del procesamiento cultural de la información que está en la base de las limitaciones informales es lo que juega un papel importante en la forma incremental por medio de la cual las instituciones evolucionan y por consiguiente en una fuerte dependencia de la trayectoria”. Añadiendo, “Igualmente importante es el hecho de que las limitaciones informales derivadas culturalmente no cambiarán de inmediato como relación de las reglas formales, como resultado, la tensión de redes formales alteradas y limitaciones informales persistentes produce resultados que tienen consecuencias en la forma en que cambian las economías” (Douglass, 1993).

Las decisiones en una sociedad democrática se toman por conglomerados humanos que abarcan a un número cada vez mayor de individuos, lo que implica un incremento en la complejidad de las instituciones; las cuales son vistas, desde el institucionalismo económico como el espacio que enmarca la función de crear sinergias específicas para cada uno de los sectores de la economía y con ello impactar positivamente en el desarrollo de la sociedad.

Los aspectos que caracterizan a las instituciones, son en primer lugar, que sus funciones están delimitadas por estatutos legales (leyes, códigos, tradiciones), en segundo lugar, la escala de valores, entendidos éstos como la directriz cultural de las instituciones, y en tercer lugar, el más importante, que en las instituciones se entabla la comunicación con base a conceptos abstractos, signos y símbolos con un significado compartido por sus miembros, lo que permite que la estructura formada en un entorno institucional sea considerado parte de la herencia cultural de la sociedad.

Las instituciones son un conglomerado humano representativo de la “matriz cultural” a la que pertenece y determinan la “morfología” del tejido social en el que se desarrolla el milleu cultural de la sociedad, de ahí que en cada territorio se cuente con una nueva estructura social, completamente distinta y que debe ser caracterizada de acuerdo con el contexto histórico en el que se ha desarrollado.

Es posible considerar a “la institución” una categoría con fortaleza epistemológica para establecer una medida de desarrollo de una sociedad, al tomar como punto de partida para esa tabulación la eficiencia que los miembros de la misma tienen en el manejo de la complejidad histórica, a través de lo que Niklas Luhmann (1996) define como la reducción de la incertidumbre en la toma de decisiones.

La temporalidad del desarrollo se encuentra definida por una permanente toma decisiones, en condiciones de cambio perenne, en las sociedades modernas se requiere de instituciones con un conglomerados humanos calificados y de un entorno cultural que posibilite la rotación de la pirámide de poder en las instituciones, aspectos que son el principal obstáculo en las sociedades subdesarrolladas de América Latina.

El soporte para la formación de las redes institucionales se encuentra en la cultural. La sociedad se “desdobla” históricamente, es decir, presenta una evolución semiótica (conceptual), una condición que se explica a partir del papel de la mediación que tiene el lenguaje y el pensamiento como guía de las actividades productivas en el uso de las nuevas tecnologías, insistimos en el hecho de que es posible establecer fases del desarrollo de la sociedad, ilustrándolas a partir de la complejidad histórica que han alcanzado el uso que de las redes institucionales hace la sociedad.

Debemos decir, que si bien, el desarrollo científico-tecnológico representa una importante influencia para las pautas de evolución del espacio, éste debe combinarse con la evolución del tejido social, con el fin de que se establezcan elementos para un desarrollo regional de largo alcance, representado de manera preponderante en las redes institucionales que se establecen para usar y desarrollar las innovaciones tanto de proceso como de producto.

En el actual momento histórico del desarrollo del capitalismo en la que la relación entre la tecnología y la biotecnología, presenta una fase Tecnobiológica (Morales, 2007), en la que la producción de variedades genéticamente modificadas y la comunicación intercelular, pone en marcha un conjunto de redes institucionales que demanda una mayor interacción de las mismas, lo que en el capitalismo avanzado reditúa en altos niveles de producción, pero que en el contexto de subdesarrollo condena a una desigualdad mayor, dada la disparidad en su desarrollo sociocultural.

Conclusiones

La incipiente o robusta presencia de redes institucionales es el resultado de una evolución histórica desordenada de la actividad en la región, lo que a su vez se expresa en políticas públicas dispersas o direccionadas, es decir, una esfuerzo ordenado o la duplicidad de acciones institucionales, lo que necesariamente llevan al constante desperdicio de los recursos técnicos y humanos ante la falta de planeación de la actividad en el estado (nula gestión de redes institucionales).

Las pautas en el desarrollo regional del espacio geográfico está delimitado por la evolución de los sectores productivos de la sociedad; lo que reclama la planeación territorial de la actividad, entendiendo, para ello, que la cultura y la economía van a la par en los procesos productivos, lo que hace imposible que se simule el desarrollo de la sociedad, toda vez, que la práctica de una transferencia tecnológica sin vínculos en las redes sociales, y por tanto sin asidero en las redes institucionales impide que se formen las estructuras que permitan la evolución sociocultural de un país.

La gestión de redes institucionales se presenta como una consecuencia de la evolución de las redes institucionales, no es un modelo de administración pública que se pueda imitar, su presencia no es de orden denominativo, ni producto de una cara denominativa de una toma de decisiones horizontal; la gestión de redes institucionales refieren al devenir histórico de en el desarrollo de la complejidad de la sociedad, es decir la complejidad histórica que reviste el desarrollo de una sociedad.

Referencias:

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BOURDIEU, Pierre. Capital Cultural, Escuela y Espacio Social. México: Siglo XXI, 2000.CASTELLS, Manuel y HALL, Meter. Tecnópolis del Mundo: La formación de los complejos industriales en el siglo XXI. Alianza, España, 1998.
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