domingo, 17 de junio de 2007

El Desarrollo de las Redes Institucionales

Las condiciones en las que se establece el desarrollo de las Redes Institucionales están presentes en las sociedades humanas -aún en su formas más incipientes-, desde el surgimiento de las primeras aldeas, no como un elemento al que inevitablemente habría de llegar toda sociedad, pero sí, como un elemento de complejidad al que las posibilidades de la evolución social coloca en el camino de la humanidad.

En la búsqueda de presentar esquemáticamente la evolución de las redes institucionales que se constituyen en la sociedad, se establece un orden en cuatro fases o momentos -los cuales de ninguna manera son etapas, al no contar con un tiempo definido para instaurarse, pero sí con elementos persistentes en cada una de ellas- en los que las sociedades desarrollan.

La primera fase es la Sociedad Primitiva; en la que los individuos conforman las primeras instituciones y acuerdan establecer un entorno delimitado, el cual se define a través de cánones que dan al grupo rasgos de identidad: clan o tribu. Entre los cánones más antiguos se encuentran las religiones.

La segunda fase es la Sociedad en Comunidad: conglomerados sociales en los que se generaliza el uso de herramientas de caza, pesca y recolección; acentuándose la presencia de instituciones que velan por el funcionamiento de la estructura social. En este momento histórico se establecen las primeras sociedades sedentarias (ciudades-estado) de carácter tributario. Se organizan las primeras organizaciones sociales paralelas al orden público, muchas de ellas proscriptas.

La tercera fase es la Sociedad Tecnoindustrial, inaugurada con el capitalismo. En estas sociedades el uso del lenguaje y el pensamiento para la elaboración de herramientas se generaliza, como una consecuencia del establecimiento de la educación general para la sociedad. Los asentamientos que constituyen en ciudades-estado, pasan a ocupar territorios nacionales. Se establecen organizaciones de individuos que buscan intervenir en el orden público, tanto en el ámbito clandestino como legal. Los conglomerados sociales inician un intrincado tejido social basado en relaciones socioculturales, el cual constituye un conjunto de redes sociales a partir de relaciones religiosas, gremios profesionales, estructuras partidistas, afinidades, intercambio de beneficios, entre otros.

La cuarta fase es la Sociedad Tecnobiológica. En ella las sociedades no sólo modifican su entorno a partir de una intervención física en el territorio, además cuentan con la capacidad de modificar la información biológica y molecular que organiza el paisaje. Las contradicciones espaciales en los entornos establecidos por el estado-nación se agudizan ante capital financiero. Las redes institucionales se desarrollan como respuesta a la dispersión espacial de las iniciativas sociales; el orden jerárquico, vertical, entra en crisis, las organizaciones establecen a su vez redes que abarcan conglomerados mundiales.

La evolución de las redes institucionales en la historia de las sociedades, está relacionado con los procesos de aculturación de las mismas, es decir, con los procesos inter e intrapsicológicos (L. S. Vygotsky, 2003) que permiten al ser humano apropiarse de los significados que le da la cultura a la cual pertenecen, y de ahí también su complejidad historica.

Con la intención de esquematizar la evolución de las redes institucionales, es factible considerar que estas requieren de un basamento social en el que se presentan saltos cualitativos o “revolucionarios” que dan origen a una nueva etapa de desarrollo próximo. Como se observa en la Figura, los “saltos” son concentricos en cada una de las fases del desarrollo de la sociedad.

Es posible entoces imaginar las distintas fases en las que se soporta el crecimiento de las redes institucionales como un todo histórico, en el que cada una de las fases precedentes habrá de definir la composición, cobertura y solidez de la que le continúa.

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